Terapia de psicología para adolescentes

Terapia con adolescentes

La adolescencia es una etapa caótica en la suceden un gran número de cambios y en la que es muy común que aparezcan muchas dificultades emocionales, psíquicas, sociales, cognitivas y sexuales sin llegar a ser una patología grave. Aun así, es cierto que si existen señales que pueden estar mostrando una necesidad de ser ayudados a transitar la adolescencia con la ayuda de un profesional de la mejor manera posible.

Surgen varias dudas al respecto, ¿cuándo es importante contar con la ayuda de un psicólogo en la etapa de adolescencia? ¿son normales ciertos comportamientos que observo en mi hijo? ¿o es algo pasajero a lo que no debo darle importancia?

¿Por qué realizar terapia en la adolescencia?

Todos estamos de acuerdo en que la adolescencia es una etapa de la vida en la que suceden una gran cantidad de cambios que traen consigo un gran trabajo de adaptación por parte de los adolescentes.

Pero no solo de ellos, también cobra una gran importancia la figura de los padres, quienes deben acomodarse en un espacio cercano y protector, pero sin llegar a ser invasivo ni sobreprotector, aspecto bastante complejo y por el que es normal que aparezcan las primeras complicaciones en la relacion paternofilial.

Es por ello que la terapia con adolescentes se centra en aportar autonomía y respeto a la intimidad de vuestros hijos son dos factores cruciales en la etapa de la adolescencia y para ello, es necesario dejar que los chicos y chicas superen de manera autónoma ciertos aspectos que puedan surgir en los que poder desarrollar su independencia de manera correcta.

Durante esta etapa, el cuerpo les cambia de manera abrupta, comienzan a experimentar nuevas sensaciones tanto en su cuerpo, como en sus capacidades de razonamiento y pensamiento, que se vuelven más complejos llegando a un sin fin de nuevas preguntas a las que encontrar respuesta.

Señales por las que acudir a terapia para adolescentes:

Inhibiciones cognitivas y bajo rendimiento en los estudios
Estos dos aspectos pueden mostrar que algo no va bien. A veces se debe al hecho de que quieren prolongar la etapa estudiantil lo máximo posible porque les angustia llegar a la vida adulta que están acostumbrados a ver.
Elecciones vocacionales
En la etapa de la adolescencia debe escogerse por primera vez aspectos que influyen directamente en su futura formación o vida profesional y esto puede generar ansiedad y estrés.
Ciertas conductas de riesgo repetidas
Accidentes continuos, altercados con la ley, conductas agresivas, hiperactivas o excesivamente maníacas… Todos estos aspectos de manera reiterada pueden ser símbolo de que algo no va bien y es recomendable acudir a terapia para adolescentes.
Alteraciones en la alimentación
Enfermedades como la bulimia y la anorexia pueden aparecer en esta etapa. Acudir a un profesional puede despejar la intensidad o gravedad de la situación que el adolescente puede estar experimentando o sufriendo.
Conductas adictivas y uso abusivo de las tecnologáis
El acceso a la información, a las nuevas tecnologías, telefonía movil e internet han cambiado rotundamenta la manera de comunicarse y relacionarse. Por ello es muy importante que se controle el uso de las mismas para evitar acabar con problemas mayores y en los que si o si será necesario la intervención de un profesional.

Sin duda alguna, la adolescencia es la etapa de la vida en la que todo se reorganiza, psíquicamente hablando y que puede significar una ventaja si se integran todos los aspectos necesarios de manera correcta, o puede resultar una gran fuente de dificultades que pueden afectar si no se tratan de manera correcta.

Por lo tanto ¿Qué nos puede hacer pensar que el/la adolescente necesita ayuda externa?

12 motivos que podrían indicar que un adolescente necesita ayuda externa:

Cambios drásticos en el comportamiento: Si un adolescente pasa de ser extrovertido a retraído, o viceversa, podría ser señal de un problema subyacente.
Aislamiento social: Si el adolescente se distancia de amigos y familiares, evitando actividades sociales que solía disfrutar, podría ser una señal de preocupación.
Cambios en el rendimiento académico: Una disminución repentina en las calificaciones o el rendimiento escolar puede ser un indicio de que algo no va bien.
Expresiones de tristeza o desesperanza: Comentarios frecuentes sobre sentirse triste, sin esperanza o con falta de propósito pueden ser señales de una posible depresión.
Irritabilidad extrema o cambios en el temperamento: Si el adolescente muestra un aumento en la irritabilidad, enojo o agresión, podría ser motivo de preocupación.
Cambios en los patrones de sueño y alimentación: Alteraciones significativas en los hábitos de sueño o alimentación pueden indicar un desequilibrio emocional.
Uso excesivo de sustancias: Consumir alcohol, drogas u otras sustancias de manera descontrolada y frecuente es una señal importante de que el adolescente necesita ayuda.
Pensamientos o amenazas de autolesiones: Cualquier indicio de que el adolescente está considerando o hablando acerca de hacerse daño a sí mismo requiere atención inmediata.
Problemas con la autoimagen: Obsesión con la apariencia física, desarrollo de trastornos alimentarios o descontento extremo con el cuerpo pueden indicar problemas emocionales subyacentes.
Cambios en la higiene personal: Una disminución en el cuidado personal o un cambio drástico en la apariencia personal pueden ser señales de que algo no está bien.
Dificultades en las relaciones interpersonales: Problemas constantes con amigos, compañeros de clase o familiares pueden ser indicativos de problemas emocionales o sociales.
Cambios en los intereses y pasatiempos: Si el adolescente abandona repentinamente actividades que antes disfrutaba o muestra falta de interés en cosas que solían ser importantes, podría ser una señal de que necesita ayuda.

Es importante recordar que cada adolescente es único y puede manifestar señales de angustia de manera diferente. Si estás preocupado por un adolescente, es recomendable buscar la ayuda de profesionales de la salud mental o consejeros escolares para evaluar la situación y proporcionar el apoyo adecuado.