conocer emociones

Emociones: qué son, tipos y funciones

Como sabéis, los que nos seguís en redes sociales o conocéis nuestro Gabinete de Psicología en Málaga nuestros psicólogos son expertos en trastornos de ansiedad, y, una de las variables que más influye en la ansiedad es un mal manejo de las emociones, lo que ahora se denomina “Inteligencia emocional”, el no ser capaces de validar, de entender la funcionalidad que tiene lo que estamos sintiendo y el cómo lo interpretamos.

Qué son las emociones

Pero… antes de hablar de funcionalidad o del «mensaje de las emociones» veamos un poco qué son las emociones para poder entenderlas de manera más precisa.

Bastaría una búsqueda rápida en internet para ver que hay infinidad de definiciones o de agrupaciones de las emociones.

Nosotros, para la intención de este artículo podríamos definirlas como «aquellos cambios psicofisiológicos que se producen en nuestro organismo».

Como vemos, al vivenciarse una emoción entra en cuestión la psique y la fisiología, y ello es debido a que ante una emoción tenemos tres variables a tener en cuenta.

  • La experiencia subjetiva. Aunque hoy en día se da por bueno que hay una serie de emociones universales a todas las culturas y población, existe la vivencia subjetiva, el cómo cada quien interpreta la misma situación.
  • La biología, es decir, la respuesta fisiológica. Aquí encontramos dos apartados, por un lado la parte cerebral que vendría dada por el sistema límbico y sobre la que cada vez hay más estudios de mayor relevancia e importancia sobre el tema; y por otro, el sistema nervioso simpático, el cual es el responsable de muchas reacciones físicas como la sudoración, ritmo cardíaco, nauseas, etc.
  • Respuesta conductual, lo que sería la expresión de la emoción, lo que se ve y transmitimos, algo que puede variar mucho acorde al contexto, la educación, la cultura, la experiencia…

¿Cuántas emociones existen?

A grandes rasgos podríamos decir que hay emociones  básicas y universales a todas las culturas las cuales identificó Paul Eckman.

Paul Eckman en 1972 identificó estas seis emociones básicas: Tristeza, miedo, asco, alegría, sorpresa y felicidad.

Posteriormente se han ido realizando diversas clasificaciones ampliando emociones y combinándolas entre sí, pero habiendo acuerdo entre la mayoría de autores en las seis emociones básicas expuestas anteriormente.

Emociones secundarias y complejas serían por ejemplo la culpa, el humor, el amor, los celos, la vergüenza…

Y ahora hablaremos de la parte que más nos interesa a los psicólogos, qué funcionalidad tienen.

Funcionalidad que tienen las emociones

Para los psicólogos la funcionalidad de la emociones es una muy buena manera de poder evaluar correctamente qué o quién, está influyendo en la conducta y en el estado anímico de la persona.

En nuestro Gabinete de Psicología ayudamos a las personas con las que trabajamos a SENTIR, o no evitar las emociones aunque nos estén causando malestar.

Las emociones “son mensajeros” que nos están indicando algo, algo que puede ser un peligro, que nos hacer sentirnos mal o que nos hace sentir bien.

Parece algo muy obvio y sencillo, pero si lo piensas bien no lo es, ya que muchas veces sentimos de manera inconsciente, sin pararnos a pensar.

Vivimos en una sociedad hedonista enfocada en no sentir malestar. Lo que causa malestar lo apartamos a través de diversas formas de distracción, evitamos el dolor, sin darnos cuenta que aquello que evitamos acaba multiplicándose.

No debemos caer en el reduccionismo al interpretar una emoción.

 Así por ejemplo, imagina una discusión con un hermano, un amigo, una pareja, el jefe…

Te sientes triste y con rabia, quizás enfocas esa emoción en rumiar pensamientos y empiezas a sentirte…

Remarcamos el verbo “sentir”, ya que la emoción como hemos visto es una reacción psicofisiológica, pero pasada esa reacción primera entra la parte cognitiva, dando lugar al “sentimiento” el cual es más estable en el tiempo.

Emoción + Pensamiento = Sentimiento

emociones

En el ejemplo anterior que te poníamos sobre la discusión con alguna persona de tu círculo de referencia y al haber ya un sentimiento fruto de la rumiación quizás la interpretación no sea tan sencilla como parece.

Entraremos a trabajar y valorar el tipo de relación, las vivencias previas, cómo afrontamos los sentimientos y un sinfín de variables más que pudieran estar interfiriendo en nuestro bienestar emocional.

Es este punto en que es interesante ver la funcionalidad de la emoción apartando “toda la paja”, quizás esa emoción de tristeza te indica que te olvides de prejuicios y llames porque ese amigo es importante para ti a pesar de lo que haya sucedido, o bien la rabia te está indicando que no estás atendiendo a tus necesidades y te sientes infravalorado en una relación asimétrica familiar, la frustración quizás indique que es hora de cambiar de ámbito laboral… ¡depende!, ¡pueden ser tantas cosas!.

Es por ello que es importante realizar un  buen análisis del por qué te estás sintiendo así, que ha hecho que aparezca determinada emoción.

La emoción es puntual a un primer instante para dar lugar posteriormente a un procesamiento cognitivo y a un sentimiento más estable.

Por lo que resumiendo… ¡escucha tus emociones” tienen un mensaje que darte sobre tu bienestar que muchas veces no queremos escuchar o no sabemos interpretar.

Un ejercicio muy sencillo de hacer y que te ayudará a centrarte en la emoción sería el siguiente:

  1. Imagínate que te sientes triste y no sabes por qué.
  2. Realiza respiraciones lentas sintiendo la emoción.
  3. Pon la mano en donde estés sintiendo la emoción.
  4. Externaliza la emoción que sería preguntarte: ¿Si esta tristeza pudiera hablar qué diría? y escríbelo.

Hay veces que “sacando la emoción” de ti te será más fácil conectar con la parte cognitiva y entender qué te está sucediendo.